Todos somos perfectos

By Joger Quintero

Ante los ojos de Dios nadie es bueno ni malo, ante sus ojos somos perfectos y necesarios. Todos cumplimos una función dentro del plan divino, incluso aunque nuestras acciones causen sufrimiento a otros. Todo está dentro de la voluntad de Dios.

Una de las cosas más complejas a comprender es la voluntad de Dios. Esto se debe a que constantemente las personas estamos haciendo juicios sobre los hechos que nos rodean. El juicio es la causa que no nos deja ver el propósito de amor que existe en todo lo que nos rodea.

Y es que ¿Cómo puede un persona aceptar a un genocida, cómo hace alguien para comprender el propósito de amor que hay detrás de un Hitler? Es casi imposible para cualquiera aceptar que un Hitler también es perfecto dentro de la creación de Dios.

Según las enseñanzas espirituales no dualistas, cualquier experiencia a la que es sometida una persona tiene un único propósito: Enseñar a la persona a ser feliz por sí misma. Indiferentemente de lo que ocurra en el exterior, la vulnerabilidad de la felicidad se encuentra en su interior. Alguien que haya sobrevivido al holocausto de Hitler, desde el punto de vista psicológico es una persona que cumplió su destino, su darma.