Leyes que rigen el universo en forma y en fondo

Antes de entrar en detalle en las leyes que rigen el comportamiento del universo, es necesario aclarar ciertos conceptos para evitar caer en confusiones.

La Ley

Una ley tiene la característica de ser coactiva, es decir, que es obligatoria. La ley, incluso la de los hombres, hace caso omiso al hecho que la desconozcas. El desconocimiento de la ley no justifica su falta. Esto aplica tanto para las leyes de los hombres como para las leyes que rigen en el universo.

Las leyes buscan regular los procesos, impedir que sucedan cosas que no están permitidas para evitar caos. En este sentido las leyes buscan protegernos de todo aquello que pueda causarnos daños.

Todo lo que está dentro de la ley funciona correctamente, todo lo que está fuera de la ley no funciona.

Reconocer el valor de la Ley

Quién conozca la ley y reconozca el valor que ella guarda en sí misma para todos aquellos que esta afecta, la respetará sin dudarlo, incluso, cuando la misma lo obligue a hacer algo que no es de su agrado hacer. La ley no espera que tu hagas lo que deseas hacer, sino que tu hagas lo que es correcto hacer para el buen funcionamiento de las cosas. Quién la comprende sabe que el camino correcto, el camino a la verdad será respetar la ley.

Al reconocer el valor de la ley comenzamos a transitar el camino de la sabiduría. No reconocerla es vivir en ignorancia, porque al no reconocerla se tiende a luchar contra la ley. Luchar contra la ley no sólo es difícil, es imposible.

Stephen R. Covey en su libro los 7 hábitos de las personas altamente efectivas nos deja una enseñanza en relación a esto cuando nos habla del significado de un principio. Los principios para Stephen son como las leyes, son inmutables, insobornables, inviolables. Él nos coloca un ejemplo con un barco que se encuentra a un faro y le ordena que se quite para ellos pasar. En ese ejemplo el barco desconocía que la luz que apuntaba al frente de ellos era un faro, pensaban que era otro barco. Como pensaban eso, y tomando en cuenta que ellos era un barco de guerra con artillería para derribar a sus enemigos, deciden solicitarle por radio al otro supuesto barco que se mueva. Cuando el otro barco les aclara que es un faro, ellos comprende el problema en el que están. Los faros no pueden moverse y causan daños fuertes a cualquier embarcación que colisione con ellos. Una ley o principio, es como un faro, por más que trates de eliminarla no puedes hacerlo.

El proceso evolutivo nos lleva, a través de los errores que cometemos, a aprender a reconocer las leyes que rigen el orden del universo. Básicamente lo que las leyes buscan es que entendamos que ya hay una inteligencia superior que sabe como debe funcionar correctamente el universo y que dejemos de hacer resistencia a estos procesos. Al ir dejando de hacer resistencia ocurre el avance de la evolución de la conciencia.

Dudar de las leyes de los hombres

El dudar si la ley está equivocada es algo válido, tiene sentido en muchos casos. Por ejemplo, dudar de las leyes de los hombres tiene sentido porque el hombre es ignorante. La ignorancia del hombre conlleva a la posibilidad que las leyes que crea no sean justas.

Dudar de las leyes de Dios

Ahora bien, pensar que la leyes de Dios están equivocadas es algo un poco más atrevido. Al nosotros observar la creación nos damos cuenta que la inteligencia detrás de la creación sobrepasa nuestros límites. Al ver un árbol, un animal, un ser humano, rápidamente nos damos cuenta que detrás de todo eso hay un diseñador con una inteligencia superior.

La existencia del creador

Un ateo puede no creer en Dios, pero es seguro que un ateo puede reconocer que detrás de todas las creaciones donde el hombre no tuvo participación hay un diseño que muestra inteligencia. Una inteligencia que nos habla de un diseñador, no importa como lo llames, Dios, Universo, Naturaleza, etc. El punto es que sin conocer al diseñador conocemos sus impresionantes diseños.

Vemos el fluir perfecto de la naturaleza, como todo trabaja bajo un perfecto esquema autosostenible y leyes físicas perfectas que rigen los comportamientos. Desde estas teorías se entiende que existen leyes perfectas que rigen el comportamiento del universo. Independientemente de que las conozcamos o no, esas leyes ejercen su poder y se ve manifestado en toda la creación.

La vida tiene un propósito mayor

Desde cambiosinternos.com percibimos la vida con un propósito mayor, con un plan divino. Estamos de acuerdo con la idea que este plan divino es perfecto, independientemente que nuestra ignorancia no nos permita comprenderlo. Lo verificamos en el hecho que cualquier creación del hombre tiene un propósito. Ninguna persona crea algo sin un propósito. Si nosotros que no tenemos la inteligencia del diseñador del universo y hacemos las cosas con un propósito, la pregunta que surge es ¿La inteligencia superior que diseñó todas las formas de vidas y su capacidad de autosostenerse en el tiempo lo habrá hecho sin un propósito?

La respuesta es no, y esta conclusión nos permite comprender que las leyes que rigen el orden del universo son perfectas, por tanto, todo lo que sucede en la vida esta dentro de ellas. Cuando decimos todo lo que sucede en la vida nos referimos literalmente a todo, tanto lo que consideremos bueno, como lo que consideramos malo. Tanto lo que esté dentro de nuestra voluntad como lo que está fuera de nuestra voluntad.

Si ocurre está dentro de la voluntad de Dios

Es esta conclusión la que nos permite verificar uno de los principales problemas del ser humano: Creer que Dios está equivocado y querer cambiar los hechos del exterior por pensar que están mal. Si sucede, si pasa, si ocurre está dentro de la voluntad de Dios porque está dentro de las leyes que rigen el Universo. “No se mueve la hoja en el árbol sin la voluntad de Dios”

Las leyes de Dios son inviolables

La leyes de Dios son tan coactivas como las leyes de los hombres, incluso más, porque el hombre podrá violar una ley del hombre si no es descubierto, pero jamás podrá violar una ley de Dios ya que es imposible pasar por encima de la voluntad del Padre.

¿Cuales son las leyes que rigen el universo?

Según Gerardo Schmedling, el creador de la Escuela de Magia del Amor, las leyes universales que rigen el universo son 7:

  1. Ley de Amor
  2. Ley de Manifestación
  3. Ley de Polaridad
  4. Ley de Evolución
  5. Ley de Correspondencia
  6. Ley de Armonía
  7. Ley de la Naturaleza

Gerardo divide estas leyes en dos triángulos, uno inferior y uno superior. El inferior agrupa las leyes de la naturaleza, la armonía y la correspondencia. El triángulo superior agrupa las leyes de la polaridad, la manifestación y la de amor. En medio de ellos se encuentra un divisor que seria la ley de la evolución

A simple vista esto no es fácil de entender. Para efectos de este artículo vamos a tratar de explicarlo de la forma más sencilla que nos sea posible.

Dividamos la creación en dos partes. La parte manifestada y la parte inmanifestada. De la parte manifestada sabemos mucho porque es donde vivimos. De momento sólo nos vamos a concentrar en esta parte

Las leyes del triángulo inferior rigen los procesos de la parte manifestada. Tienen jerarquías, es decir, la ley con mayor jerarquía rompe a la ley con menor jerarquía. En orden de jerarquía estás leyes serían:

  1. Ley de Correspondencia
  2. Ley de Armonía
  3. Ley de Naturaleza

Todas estas leyes están por debajo de la ley de evolución, ya que la ley de la evolución es la línea divisora de los dos triángulos. Esto es así debido a que la evolución es posible sólo en el mundo manifestado. El mundo manifestado es el sitio donde se generan las experiencias de aprendizajes para todos nosotros. Mientras estemos en el mundo manifestado la ley de la evolución hará todo lo que tenga que hacer para empujarnos a continuar evolucionando.

Anteriormente dijimos que la leyes son inviolables, se cumplen porque se cumplen. Ahora bien, dentro del plan divino de Dios hay un margen permitido para aparentemente violar una ley. Digo aparentemente porque finalmente como es permitido no se estaría violando la ley. Ese margen es el que conocemos como el libre albedrío que Dios nos da. Si analizamos esto nos percatamos que el libre albedrío no es tan libre, porque es sólo un margen.

La razón de la existencia del libre albedrío es permitirnos reconocer los efectos de violar la ley. Esto tiene como objetivo permitirnos ver el valor de no violarla y tomar la decisión interna de reconocer la existencia de la misa y respetarla.

La sabiduría consiste en aprender a hacer las cosas de la forma correcta. Para poder aprender esto es necesario contrastarla con algo incorrecto. Si violo la ley y tengo resultados insatisfactorios podré luego verificar que si la respeto tendré resultados satisfactorios. De esa manera voy aprendiendo, a través del ensayo y error.

Entonces, tener un margen de violación de la ley es permitido para que podamos:

  1. Reconocer que hay una ley
  2. Ver los resultados que obtenemos al violar la ley
  3. Respetar la ley
  4. Poder corregir nuestra acción hasta encontrar la forma correcta de hacerlo

Algo que usualmente viene a la mente cuando escuchamos esta información es: ¿por qué no nos enseñan esto desde el principio? ¿por qué tenemos que experimentar los resultados de violar la ley y sufrir sus consecuencias? La respuesta a estas preguntas es que nosotros no aceptamos algo hasta que lo comprendemos. Cuantas cosas nos dijeron nuestros padres por nuestro bien y decidimos hacerlas hasta que nos dimos tantos golpes que entendimos que ellos tenían razón.

El ser humano necesita experimentar para poder aceptar que lo que le dicen es cierto. Experimentar es lo que denominamos verificar. Es parte de nuestra naturaleza cuando ya estamos en un nivel de entendimiento mayor. Una vez nosotros probamos y vemos que no funciona es que aceptamos.

Por eso el proceso evolutivo del hijo de Dios se le permite experimentar a través de la personalidad, y vivir experiencias que le permitan desarrollar comprensión para su evolución. Dentro de este mecanismo ocurre que existen personalidades que generan niveles de terquedad muy alto, los niveles de terquedad son los que generan resistencia a aceptar la ley. Cuando una persona ve que en su vida los resultados que está obteniendo no son satisfactorios debería proceder a corregir, sin embargo, la terquedad se lo impide. Einstein definió esto como “locura” cuando dijo: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”. Si nuestra personalidad es terca el sufrimiento que recaerá sobre la persona será alto.

Las cosas que generan terquedad en una personalidad son las creencias. Existen personas que desarrollan una mente rígida, esa rigidez no le permite hacer cambios para conseguir resultados diferentes. Tener una mentalidad flexible ayuda a poder experimentar nuevas formas de hacer las cosas. Experimentar le permite verificar resultados tanto en el mundo interno como en el externo. La verificación de estos resultados serán los indicadores de si vamos por buen o mal camino.

Cada ley cuando es violada dentro del margen permitido generar resultados insatisfactorios. Por ejemplo, en la ley de la naturaleza al violar una alimentación sana podemos observar como el cuerpo se enferma. La enfermedad del cuerpo es permitida para verificar los efectos de violar esa ley. La solución sería respetar la ley, el asunto es que no sabemos cómo. Es ese el aprendizaje que vinimos a hacer.

Los “cómo” nos llegan en la medida que nos disponemos a aprender. Nos llegan a través de seres más evolucionados que ya pasaron por la situación y conocen la respuesta. Estos seres más evolucionados pueden pertenecer a nuestro mundo o pueden pertenecer a otros mundos de niveles superiores y civilizaciones superiores. Todo depende de la información que necesito obtener. También el universo utiliza la intuición para darnos información. Esta información nos llega a través de nuestros pensamientos.

Ley de Naturaleza (Todo lo que nace muere)

La ley de la naturaleza es la de menor jerarquía. Ella no absorbe a ninguna otra ley y de alguna forma es adsorbida por todas las superiores. Cuando una ley es violada para evitar el caos es absorbida por una superior. Esta ley superior busca impedir que se excedan los rangos permitidos de caos por la violación de la ley inferior. Si no existiera este mecanismo, el caos que se pudiera generar sería fenomenal. Por eso es necesario amortiguar los efectos a través de leyes superiores que adsorben las consecuencias de la violación de una ley inferior.

La ley de naturaleza tiene que ver con todo lo físico, con lo manifestado, con la genética, con el instinto, con las leyes físicas que rigen los comportamientos del mundo que habitamos. En esta ley no hay espacio para los sentimientos. Aquí predomina la supervivencia. Conservar la vida es lo importante. A cualquier precio la ley de Naturaleza buscará preservar las especies. En esta ley todo lo que nace muere.

Dentro de esta ley se determinan las características y el funcionamiento de todos los cuerpos físicos. Los cuerpos físicos, o las formas, son los medios que permiten el desarrollo de la conciencia. Todas las experiencias que vive la conciencia eterna a través de la personalidad se manifiestan en el plano físico, que es regido por esta ley.

Los efectos de violar esta ley lo podemos ver en las enfermedades, en el apareamiento incorrecto por violación del instinto sexual. La naturaleza sabe escoger intuitivamente la pareja, los alimentos y todo aquello que tenga que ver con el cuerpo físico y sus necesidades. Desde esta ley se busca la pureza y la renovación de todas las especies vivientes.

La violación de esta ley, dentro de los rangos permitidos del libre albedrío, causa malformaciones en las especies, contaminación ambiental, enfermedades, procesos degenerativos. Estos efectos de dicha violación nos permiten visualizar que estamos violando esta ley y tomar conciencia en comenzar a reconocerla y respetarla.

Ley de Armonía (Todo lo que se mantiene tiende al equilibrio)

Esta ley tiene un rango superior a la ley de Naturaleza. Ella a absorbe los efectos de la violación de la ley de la naturaleza y busca ser un amortiguador, como una especie de lubricante que permite que los procesos sean armónicos. Mantiene los ciclos de acción y recuperación donde todos tengan el espacio necesario para esto.

Un ejemplo de la ley de armonía es cuando hay una sobre población en una especie, la ley buscará armonizar eso aumentando los depredadores de esa especie, así crea el equilibrio. La ley de Armonía se manifiesta en todo lo que se mantiene, convive y no se destruye.

Esta ley se reconoce en todo lo que fluye, todo lo que gusta, todo lo que atrae, cuando experimentamos altos niveles de satisfacción personal. Cuando violamos esta ley observamos sufrimiento, dificultad en las relaciones, desadaptación al medio, conflictos sentimentales y emocionales.

Ley de Correspondencia (Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar)

El objetivo de la evolución de la conciencia eterna es es la comprensión de los procesos que rigen el universo. Comprender estos procesos nos permite adquirir la sabiduría necesaria para el desarrollo de la conciencia. El desarrollo de la conciencia es el objetivo principal de la creación. La ley de la Correspondencia es la que permite que existan las circunstancias para que suceda allí solamente lo que es correspondiente con el lugar y las experiencias a vivir por cada uno de nosotros.

Esta ley explica el por qué existen diferentes culturas, climas, situaciones políticas, guerras, paz, entre otras. Cada uno de estos escenarios existen para proporcionar un sitio donde personas puedan vivir experiencias acordes a su nivel evolutivo de la conciencia.

Podemos pensar en la ley de Correspondencia como la infraestructura necesaria para que se vivan las experiencias que luego otra ley definirá. Cada ser viviente estará en el lugar correcto, asignado a una función correcta para que haga las cosas que le correspondan.

Entender esta ley nos ayuda a saber como el universo hace para que cada uno de nosotros vivamos las experiencias correctas. Nadie está en un lugar equivocado y no pasa nada que no te corresponda vivir.

La ley de correspondencia nos indica el dónde, cuando, cómo y a quién le corresponde vivir una experiencia determinada. Las experiencias que vivimos pueden ser de destino o de misión. La correspondencia contempla lo que se necesita para dichas experiencias.

En caso que las experiencias sean de destino significa que lo que vamos a vivir ahí es para nuestro aprendizaje. Si las experiencias son de misión significa que vamos a enseñar a personas lo que ya comprendemos.

En nuestro proceso evolutivo estamos aprendiendo y enseñando. Enseñamos lo que ya dominamos y aprendemos lo que no sabemos. Cuando al correspondencia nos asigna en un lugar es porque ahí existen las personas de las que debemos aprender algo y a las que debemos enseñar algo. También existen los llamados entrenadores. Son aquellos que participan en nuestro destino, nos ponen a prueba para que verifiquemos si realmente hemos comprendido o no.

Cuando se comprende esta ley dejamos de luchar porque sabemos que todo es perfecto y necesario. Entendemos que el mendigo está en el lugar correcto vivienda la experiencias correcta en función a su nivel evolutivo de conciencia. Al entender esto, empezamos a respetar los procesos perfectos del universo y a dejar de querer cambiarlos.

Las personas que logran abandonar la lucha de dejarse llevar por el fluir de la vida son aquellas que ya han alcanzado niveles de conciencia altos.

Ley de Evolución (Nada puede evolucionar sin transformarse)

La ley de evolución es la de mayor rango dentro del triángulo inferior. Nada pasa sobre ella. Cualquier otra ley que haya sido violada es frenada por esta ley. Como ya hemos mencionado antes el objetivo principal de la creación es la evolución de la conciencia eterna. Esta ley es la que obliga a la evolución.

En caso que nosotros insistamos en violar las leyes inferiores a esta, y en caso que estemos teniendo éxito en violarlas por nuestros altos niveles de terquedad, esta ley será la que nos detenga. Nada pasa por encima de ella. Lo único que autoriza a esta ley dar paso es la evolución de la conciencia eterna.

La conciencia eterna está en evolución mientras esté viviendo experiencias en el mundo manifestado y se vea afectada por la muerte en el mundo de las formas. Algo importante a tener presente aquí, es que la conciencia eterna duerme mientras vive experiencias a través de la personalidad. En otras palabras, mientras tenemos un ego la conciencia eterna duerme. Cuando el ego, que es parte de la ignorancia es disuelto, es decir, ya no tenemos ignorancia, la conciencia eterna despierta. Gerardo a esto lo llama el despertar de la bella durmiente.

Para algunas culturas esto sería como alcanzar la iluminación. Cuando la conciencia eterna despierta ya no es necesario tener más experiencias evolutivas. Se entiende que culminó el ciclo de desarrollo dentro del mundo de las formas.

La ley de Evolución se manifiesta en todo lo que es difícil, en el destino de la persona. Todo aquello que nos causa sufrimiento, que no fluye, que se vuelven repetitivas, donde está presente el dolor y la tragedia, la injusticia, etc.

Esta ley es la que adsorbe la violación de las leyes inferiores a ella. Es la que permite que violemos las otras leyes y es la que decide hasta donde serán violadas. La ley de Evolución permite que otras leyes sean violadas porque es la forma como se da el aprendizaje en lo manifestado. El aprendizaje ocurre a través del enfrentamiento de los opuestos. Los que creen que algo es bueno contra los que creen que algo es malo.

Esto crea el caos porque se confrontan nuestros conceptos, nuestras culturas, nuestras creencias, sentimientos y emociones. Confrontar el opuesto nos permite a través de esa lucha ir entendiendo una cara de la moneda, hasta que la evolución nos lleve a estar en la otra cara de la moneda, para así darnos cuenta que al final esto es complementario.

Un ejemplo lo tenemos cuando pensamos en la masculino y lo femenino. Los hombres pueden pensar que son más importantes y mejores que las mujeres. Pueden defender esa idea y luchar contra todo aquello que se oponga. Las mujeres pueden pensar que son mejores que los hombres, defender esa idea de igual forma. Si en otra experiencia de vida los intercambiamos entonces sus puntos de vistan cambiaran. Si repetimos esto tantas veces como sea necesario llegará un momento donde comprenderán que ambos son necesarios para la manifestación. Que tanto lo masculino como lo femenino son complementarios y que la lucha no tiene sentido. Es ese momento dejan de estar polarizados y se neutralizan. Comienzan a formar parte del amor porque este es neutro.

Las demás leyes

Por ahora nos vamos a concentrar solamente en estas 4 leyes. Más adelante escribiremos acerca de las tres leyes del triángulo superior. Por ahora, como una especie de introducción lo que podemos comentar acá es que las otras leyes ya pertenecen al la parte intangible y no a la del mundo de las formas. Son de jerarquía mayor y por ende solapan a las de menor jerarquía. Si entrar mucho en detalle, según la figura de los triángulos, podemos observar que la ley de Amor es la de máxima jerarquía. Esto significa, que cualquier persona que está actuando bajo esta ley queda eximida de los efectos que otras leyes inferiores puedan causar. Si una persona lograra en un momento determinado de su vida actuar desde el amor, cualquier situación de peligro, miedo, angustia, sufrimiento desaparecería de forma inmediata.

Esto es porque el amor es la máxima ley que rige los procesos del universo. Por ende tiene mayor poder que otras y lo puede todo.

Leyes Inferiores que Rigen el Universo

Así con en las leyes de los hombres existe la constitución y de ahí se derivan las normativas, el universo también cuenta con unas normativas que rigen la vida diaria. Las leyes superiores fueron creadas para permitir el ciclo evolutivo de la conciencia eterna, es decir, el ciclo evolutivo del hijo de Dios. Las leyes inferiores son las que rigen los comportamientos de la personalidad. Son leyes que están diseñadas para crear el flujo de la vida diaria y que afectan a la personalidad sin transcender a otras personalidades.

Según Gerardo Schmedling estás leyes son:

  1. Ley de la Advertencia
  2. Ley de la Oportunidad
  3. Ley del Dos
  4. Ley del Tres
  5. Ley de Vasos Comunicantes
  6. Ley de Causa y Efecto
  7. Ley de Saturación
  8. Ley de Generación
  9. Ley de Compensación
  10. Ley de Compartir
  11. Ley de Afinidad
  12. Ley de Espacios Vacíos
  13. Ley de la Opción
  14. Ley de la Comprensión

Los Ángeles

Antes de entrar de lleno en qué son estas leyes, es necesario explicar la presencia de los Ángeles y el trabajo que ellos realizan dentro del plan divino de Dios. Generado Schmedlling a través de sus enseñanzas nos explica que los Ángeles son seres inocentes que sirven como mensajeros de Dios.

Por ser inocentes no tienen juicios sobre nada ni nadie. Ellos simplemente sirven como mensajeros para inducir pensamientos en los seres humanos con tres propósitos principales:

  1. Guiarnos
  2. Protegernos
  3. Bloquearnos

El Ángel que nos guía es el que conocemos con el nombre de “Ángel de la Guía”. El que nos protege es el que conocemos con el nombre de “Ángel de la Guarda”. El que nos bloquea, es conocido con el nombre de “Ángel de la Ley”.

Una pregunta que surge cuando uno habla de los Ángeles es: si el plan divino de Dios es perfecto ¿De qué nos protegen? ¿para qué nos guían? y ¿por qué nos bloquean?

La respuesta a esta pregunta es que los Ángeles forman parte de los seres que cumplen funciones que permiten se realice la voluntad de Dios. A través de los Ángeles es que Dios te mueve, te saca o bloquea una intención tuya que no corresponde dentro del plan divino.

Como ya sabemos todos estamos diseñados para cumplir una función de acuerdo a nuestro grado de conciencia. Las funciones en el universo son de ignorancia o de sabiduría. Como todo dentro de esas dos categoría hay niveles. Una función pudiera ser de extrema ignorancia o pudiera ser de ignorancia pero ya casi alcanzando el nivel más bajo de sabiduría.

Para entender esto un poco mejor pensemos en dos número. Está el número 1 y está el número 2. Entre el número 1 y el dos existen otros números: 1.1, 1.2, 1.3, etc. Si decimos que alguien tiene el número 1.9 sabemos que está muy cerca del 2, sin embargo, continúa siendo parte del número 1. Esto es exactamente lo que ocurre con los niveles de ignorancia y sabiduría, entre ellos hay sub-niveles que van cambiando de acuerdo al desarrollo de la conciencia de cada uno.

En caso que la función que te corresponda sea de ignorancia los Ángeles te van a guiar, proteger y bloquear para que puedas desempeñar la función correctamente. Si por el grado de conciencia te corresponde vivir experiencias violentas donde debes usar armas y asesinar personas los Ángeles te van a guiar para que realices tu función con otras personas que les corresponda vivir esa experiencia. Te van a bloquear para que no lo hagas con quienes no corresponde y van a protegerte de que algo o alguien no te deje cumplir tu función o quieran hacer algo en ti que no corresponda.

Aquí vemos un nuevo paradigma que se desvanece. Siempre hemos pensado que los Ángeles nos guiarían a lo mejor y no a situaciones de conflicto como la comentada anteriormente. De alguna forma los ángeles si nos están guiando a las mejores situaciones, sólo que las mejores situaciones dentro de la voluntad de Dios y acorde con nuestro proceso evolutivo. De esta comprensión surgen algunas preguntas ¿Pero la voluntad de Dios no debería ser buena? ¿Por qué Dios guiaría a alguien para que asesine a otro? Las respuestas a estas preguntas tienen que ver con el hecho que Dios no es ni bueno ni malo, Dios es justo. La experiencias que vivimos tampoco son buenas ni malas, son perfectas y necesarias para tener la oportunidad de desarrollar nuestra conciencia. En otras palabras, son experiencias justas.

A medida que la conciencia eterna se va desarrollando las experiencias violentas comienzan a desaparecer para dar pasa a experiencias más agradables. Aquí es donde vemos reflejada la ley de la correspondencia, nadie podrá vivir una experiencia que no le corresponda. Por eso es que a pesar de que dos personas estén el mismo sitio no les ocurre lo mismo. Por eso es que aunque haya crisis en un país, no todos son pobres. Se pudiera decir que los Ángeles son fieles trabajadores de la ley de Correspondencia.

Gerardo explica esto ejemplificándolo con el uso de pañales en los bebes. Cuando tu ves un bebe con pañales comprendes que es un acto correcto, no lo juzgas, no piensas que los pañales son opresores que no le permiten al niño realizar sus necesidades sin que se acumulen en ese objeto. Sin embargo, si ves a un niño de 5 años con pañales ¿qué pensarías? Que es algo absurdo, que no tiene sentido porque el niño ya tiene la capacidad de ir a un sanitario para hacer sus necesidades. Te das cuenta rápidamente que hay un problema de correspondencia, es decir, que a un niño de 5 años no les corresponde usar pañales. Pero entiendes que un bebe de meses si le corresponde usarlos. Ya no te ensañas en contra de los pañales, entiendes que los pañales son perfectos como herramienta para un bebe hasta cierta edad.

Es eso exactamente lo que sucede con las experiencias de vida que nos proporciona el universo. No todas las experiencias son útiles para todas las personas. Sin embargo, una experiencia por sí misma es perfecta y necesaria.

En resumidas palabras, el trabajo de los Ángeles es:

  1. Guiarte a las experiencias que te corresponden
  2. Protegerte de las experiencias que no te corresponden
  3. Bloquearte cuando tu intención es hacer algo que está fuera de la ley

Ley de la Advertencia:

Es la ley a través de la cual podemos verificar que los Ángeles nos advierten de situaciones que no nos es necesario que vivamos. El Ángel de la Guarda es el mensajero utilizado por Dios para este propósito.

Una advertencia puede ser cuando casi nos sucede algo que nos pone en riesgo. En algún momento conocí a un ciclista que estaba muy concentrado en bajar sus tiempos en los recorridos. Para lograr esto necesitaba correr tanto en bajada como en subida. El asunto era cuando corría en bajada y con tránsito al rededor. Recibió 3 advertencias donde se le indicaba que no realizara esa acción. Hizo caso omiso a las advertencias y en la 4 oportunidad tuvo un accidente.

Como ya hemos visto, nuestro libre albedrío nos da un margen de violación de las leyes. El Ańgel de la advertencia está presente para manifestarnos que si continuamos con una actitud conseguiremos resultados insatisfactorios que no son necesarios que vivamos.

Ley de la Oportunidad

La ley de la oportunidad se manifiesta a través del Ángel de la Guía. Este Ángel nos estimula a vivir experiencias necesarias para nuestro proceso evolutivo, en otras palabras, nos guía hacia nuestro destino.

Aquí es importante recordar que el destino es todo aquello que es difícil, pero que encierra en sí mismo la oportunidad de desarrollar una transformación de nuestro mundo interno. Es por eso que no debemos hacer resistencia a la guía que se nos ofrece a través de las oportunidades que se presentan.

Ley del Dos

La ley del Dos consiste en preguntar al universo y no suponer del universo. En la medida que vamos ganando comprensión de amor, lo que estamos aprendiendo es que siempre se hace la voluntad de Dios. El asunto es que no sabemos cuál es la voluntad de Dios.

Es aquí donde entra la ley del Dos. Para poder conocer la voluntad de Dios es necesario preguntarle si le parece bien que hagamos algo o que no lo hagamos. La forma de preguntar es a través de la acción que conciste en disponerse a hacer algo y esperar la respuesta del universo. El universo responde de forma binaria, es decir, con un “SI” o con un “NO”.

Los “SI” se pueden interpretar como el fluir de la vida que por fluir está dentro de la voluntad de Dios. Los “NO” nos muestran los bloqueos de la vida. El objetivo es aprender a vivir en el fluir, porque en el fluir está la voluntad de Dios.

Ley del Tres

Para poder hacer algo bien es necesario saber cómo hacerlo y tener la habilidad de hacerlo. Para lo primero se necesita información verídica, para lo segundo se necesita habilidad. La habilidad se desarrolla a través de la constancia. La constancia es la que hace que nos dispongamos a entrenar.

El problema se presenta cuando la información que recibo no es la correcta y caigo en la terquedad de quererlo hacer funcionar. Si la información que tengo es falsa, los resultados serán insatisfactorios.

La ley del Tres te permite distinguir la diferencia entre constancia y terquedad. La constancia la debemos aplicar cuando vemos que las cosas fluyen, es decir, que avanzan así sea un poco. La terquedad por el contrario la podemos observar cuando vemos que las cosas se estancan o retroseden.

Aquí lo ideal es hacer hasta 3 intentos para evitar caer en la terquedad. La terquedad es inútil ya que es producto de una mente rígida, que no está abierta a los cambios. La terquedad es tratar de hacer cosas imposibles. Es como cuando un mosquito se encuentra con un vidrio e insiste en tratar de pasar a través de él. Hasta que el mosquito no se de cuenta que tratar de pasar a través de un vidrio es algo imposible, no intentará hacer otra cosa.

Ley de Vasos Comunicantes

Lo que tiene más le da a lo que tiene menos porque se busca el equilibrio. Cuando una persona quiere sacar gasolina de un auto para colocarle a un recipiente, lo que hace es aplicar le principio de los vasos comunicantes. Este principio lo que trata es de homogenizar el líquido. La gasolina que está más arriba buscará nivelarse con la que está más abajo. Esto lo que hace es que sacará líquido de donde hay más para surtir de líquido donde hay menos.

Este mismo principio a nivel espiritual se cumple con la energía vital. Una persona que tenga menos energía que otra le quita a energía a otra que tenga más. También hay lugares que tienen una carga energética baja o alta y nos pueden causar perdida de energía o carga de energía. Comprender la existencia de este ley, es necesario elegir cuando queremos entregar energía y a quién. La perdida de energía nos lleva a zonas bajas, al punto que podemos caer en depresión.

Dar energía debe hacerse con sabiduría. Incluso, hay momentos donde decidimos no darla. Existen técnicas que permite bloquear el robo de energía. Una de ellas es no involucrar los sentimientos. Una persona puede acompañar a otra en un momento difícil de su vida, más sin embargo no tiene porqué involucrase sentimentalmente con la otra al punto de sufrir. Esto es lo que se conoce como tener compasión por otra persona. En la compasión se le presta servicio a alguien dándole información que pueda ser útil pero no se sufre con la persona.

Sufrir no ayuda a la solución de problemas. Es una perdida de tiempo, tanto para la persona que vive el momento difícil como para la persona que la acompaña en ese momento difícil. El que conoce la ley de los Vasos Comunicantes se dispone a servirle a la persona, pero no sufre con ella porque comprende que esto le robaría energía.

Otro forma de evitar el robo de energía es dejando el lugar o la persona que le causa el robo. Para esto hay que ver si es posible hacerlo, es decir, si la vida te permite abandonar el lugar. Si no te permite hacerlo debes entonces aprender a bloquear.

Ley de la Opción

Siempre ante cualquier situación tenemos opciones a tomar. Estas opciones se encuentran dentro de dos clasificaciones principales: Desde el miedo o desde el amor.

Todo decisión que tomamos proviene del miedo o del amor. La ley de opción consiste en tomar decisiones desde la opción del amor, porque el amor siempre gana. En la película de conversaciones con Dios (https://www.youtube.com/watch?v=89FHk1vlKvo) en uno de los diálogos Dios le dice al protagonista: “Lo que debes hacer es contestar esta sencilla pregunta: ¿qué haría el amor en este momento?

Si nosotros nos preguntamos ¿qué haría el amor en este momento? la respuesta que obtendríamos sería del amor. Es bueno recordar que el amor siempre gana.

Lo importante en la vida es sumar amor, no restar amor. El amor por su característica de neutralidad no genera resistencia ni hace fuerza, por tanto, produce paz.