Creencias Falsas
Desde el ego se vive en el miedo. El miedo es producto de las creencias falsas. Las creencias falsas nos hacen luchar para imponer lo que no es cierto. La lucha nos hace vivir en la ignorancia.
Desde el amor se vive en la paz. La paz es producto de vivir en la verdad. La verdad nos da la certeza de lo correcto y disuelve la lucha. Dejar de luchar nos hace seres libres. Desde la libertad aprendes a respetar el proceso evolutivo de todo y de todos.
Desde la máxima comprensión se entiende que todo lo que sucede en el universo es perfecto y necesario. Cada uno de nosotros cumple una función, incluso aquel que aparentemente vive en el error, tiene su función.
Las creencias falsas son todos aquellos conocimientos que hemos adquirido a la largo de nuestras vidas y que no corresponden con la verdad que rigen los procesos del universos. Diversas son las mentiras acumuladas durantes años, sin embargo, como bien lo indicó Gerardo Schmedling, cuatro son las grandes falsedades de la vida:
- La creencia del bien y el mal
- La creencia de la justicia y la injusticia
- La existencia de un culpable, un inocente y el castigo
- La creencia de asociar la bondad con el sufrimiento
Las creencias están sustentadas en el mundo de la dualidad. La dualidad corresponde a los polos positivos y negativos que se manifiestan en las formas. El bien y el mal, la justicia y la injusticia, el culpable y el inocente, el castigo y el sufrimiento no son más que interpretaciones subjetivas del juicio de cada persona.
Lo que ocurre en el exterior es de carácter neutro, como tal, no tiene dualidad. La dualidad es un asunto interno en el hombre. Esto se debe al hecho de que el juicio de bueno o malo, justo o injusto, culpable e inocente es un asunto interno que está atado a nuestro sistema de creencias. El ser humano para sanar debe transmutar el sistema de creencias por la verdad, la verdad de la que tanto habló Jesús, la verdad que nos hará libres.